El último día, después de las actividades en grupo (problem solving) y orientación en el bosque, llegó el momento de despedirnos.
Han sido días intensos de convivencia, de actividades al aire libre con un tiempo espléndido para disfrutar del mar e incluso de esa piscina tan apetecible (solo apta para valientes), de la discoteca, de esos partidos de fútbol a la luz de la luna, del minigolf de hoyos imposibles, de amistad con otros grupos, de paseos nocturnos por los bungalows (¿quedamos a la una?), y todo en inglés ... o casi.
Y como todo se termina, nos ha tocado hacer las maletas (esos sacos que no caben en sus fundas...), recoger las cabañas para que Kirk pasara revista (algún espejo ha tenido un accidente...), la última comida (¿hoy no hay pasta?) y la entrega de diplomas. Nos ha dado mucha pena decir adiós a los monitores, pero no han faltado las fotos para no olvidarnos de los días que pasamos en la English Week.
El viaje de vuelta siempre se hace laargo (¿cuándo llegamos?), con una parada técnica obligada para reponer fuerzas, cantando algunas canciones populares (con calma).
Y ya en Zaragoza, el abrazo a la familia que nos ha echado tanto de menos y a los amigos que han venido a recibirnos.
Esperamos que lo hayáis disfrutado y, quitando alguna que otra nochecita, os felicitamos por el buen comportamiento. ¡Ha sido un placer compartir estos días con vosotros!
En este enlace hay unas fotos para el recuerdo.
https://drive.google.com/drive/folders/1VCtQZgakplCrVJDqJSATp9qP-3vb3S_G?usp=sharing